Sebastián Calderón Perdomo
Director Operativo
La mayoría de las personas, sino es que todas, relacionamos el duodécimo mes del año con la temporada vacacional y con la Navidad, un día que según la ubicación se celebra el 24 o el 25 de diciembre. Sin embargo, la fecha concreta queda en segundo plano cuando la esencia de esta temporada es la familia, aquel pilar fundamental en toda sociedad y fundamental para toda persona.
Hablando de familia,
es importante recordar que hay diversos tipos de familia. Tenemos la familia
biológica, aquella en la nacemos. La familia que escogemos, es decir la pareja
con la deseamos compartir nuestra vida y construir memorias. La familia
política, aquella que con suerte nos acoge al elegir una pareja. Y, por último,
la familia de la vida, conformada por las amistades que vamos construyendo en
el camino.
Precisado lo
anterior, retomo la idea de esta editorial: la Navidad, lo importante que es
para nosotros, la época alegre y mágica, y la más añorada por muchas personas
en todo el año.
Suenan las campanas,
se encienden velas, se prepara comida para esta época en especial, sin embargo,
apartando todo esto, la Navidad es una temporada para compartir en familia.
Sonará cliché, pero recordemos los orígenes de la Navidad con San Nicolás, un
hombre que decidió donar sus recursos a la caridad para alegrar a otras
personas y a cambio de esto recibió su mayor regalo, ver felicidad en el rostro
de otras personas.
Tomemos este mes para
compartir, para perdonar, para construir, para mejorar, pero ante todo, para
ser felices en familia. Este es un tiempo para fortalecer nuestras relaciones,
dando paso a recibir un año nuevo en paz familiar, social y ante todo, en paz
personal.
¡Funhuju le apuesta a
la felicidad! ¡Feliz navidad!
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