Sebastián Calderón Perdomo
Director Operativo
El nuevo milenio ha abierto las puertas del retroceso gradual
histórico, en el que los hombres dejan – la masculinidad social – por la –
masculinidad individual – es decir, se enfoca en su cuidado, expresa las
emociones y comparte sentimientos, dejando de ser un ser pasivo sin emociones,
por alguien abierto al cambio.
Así mismo, deja la masculinidad del patriarcado y se
convierte en un defensor del empoderamiento femenino – feminista masculino –
actuando en pro de los derechos de las mujeres y motivándolas a participar en
procesos sociales.
En marzo se conmemora precisamente esto, la lucha femenina para el empoderamiento, los derechos y libertades, en el caso colombiano, también se conmemora en este mes, el día del hombre, que en su mayoría pasa de “agáchese”.
Más que actos capitalistas, que generen demanda de regalos,
sobrecupo en los restaurantes o retiro de dinero, se debe considerar el origen
social e histórico de estos hechos generadores de días – de fiesta –
erróneamente enfocados.
Remontándonos a marzo de 1857 en la ciudad de Nueva York, la salida a las calles de mujeres empleadas de una fábrica textil para exigir condiciones dignas de trabajo y rechazar la precariedad de sus condiciones sociales y personales.
El nuevo hombre, no es una raza nueva o un ser caído del espacio, es aquel hombre “moderno” abierto a nuevas ideas y pensamientos, dejando a un lado la creencia: “El hombre trabaja y lleva comida, la mujer en casa y cocina”. A considerar una igualdad de condiciones, una equidad laboral y una apertura de emociones.
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